Soul, funk, disco y boogie de la caja de ritmos de Buffalo, Nueva York. Sencillos raros de 7″ y temas inéditos presentados como un álbum completo.
A principios de los años 70, Jessie Key y Sylvester Cleary, dos idealistas apasionados que vivían en Buffalo, Nueva York, formaron una estrecha amistad basada en una misión mutua para mejorar su ciudad. El motín de la prisión estatal de Attica de 1971 era un recuerdo ardiente, y la demanda Arthur vs. Nyquist, presentada contra la ciudad de Buffalo por crear y mantener un sistema escolar racialmente segregado, estaba en la agenda. Key fue una vez un trabajador del algodón en Mississippi, quien viajó al norte para ir a la escuela, donde conoció a su alma gemela, Cleary. Los dos entablaron una intensa amistad, compraron una caja de ritmos y grabaron su primer 45, «A Man», un himno a la autorrealización y el empoderamiento de los afroamericanos, que imprimieron y publicaron de forma personalizada.
Docenas de grabaciones se produjeron a lo largo de una década, publicadas en sellos locales y almacenadas en cintas de casete. Optimistas perennes, Key y Cleary intentaron cualquier camino (¡tal vez todos!) que pudieron demarcar en esperanzas de impulsar su agenda de cambios positivos y autoefectuados. Formaron la primera empresa constructora de propiedad minoritaria de Buffalo, abrieron un restaurante de comida saludable en un edificio anteriormente ocupado por una cadena de comida rápida e incluso prepararon una barra de chocolate llamada «The Buffalo Treat», que fabricaron y vendieron localmente. Con el tiempo, fundaron su propio sello, Buffalo’s Reflection. En eso ellos lanzarón su obra maestra, «What It Takes To Live», un codiciado clásico disco y Northern Soul, que apareció anteriormente en la antología Soul Cal de Now-Again.
Este álbum recopila la amplitud de las grabaciones de Key & Cleary de 1970 hasta mediados de la década de 1980, ambos con canciones publicadas en raros sencillos de 7″ e inéditas. Presenta una visión musical conjunta y cuenta la historia de un dúo años adelantado a su tiempo, tanto musical como culturalmente. Love Is The Way era su espíritu: su objetivo era iluminar a la humanidad y orientar la historia en una dirección más amorosa a través de la comunión.

